Acto Uno: La negación

Te quiero feliz, lejos de mí
alejados en los años, donde los recuerdos
ya insípidos y en esencia son solo aroma
Te quiero feliz, sin hacerte reír
casi olvidado, contraído, casi en coma,
con hambre de calendario, pero saciado de mi miseria
neutro, ensimismado, hilando mi gris materia.
Te quiero feliz con los hijos que nunca te di
Arrugándonos juntos en mi memoria
pensamientos huérfanos de promesas migratorias.
Relojes que no perdieron el tiempo en nuestra trayectoria.
Atrincherados antes del ‘sí quiero’,
con demasiada pena sin demasiada gloria.
Te quiero feliz, lejos de mí.