Yo era un aprendiz
al que se le encomendó
alicatar su cicatriz
con azulejos
de rimas y versos,
y reparar su templo
profanado con macramés
de saliva y tequieros.
No seas yo.
Yo era un aprendiz
al que se le encomendó
alicatar su cicatriz
con azulejos
de rimas y versos,
y reparar su templo
profanado con macramés
de saliva y tequieros.