Ellos fueron las dos gotas que colmaron,
exiliadas por el resto que quedaron en el vaso.
Despreciadas, derramadas, desterradas sin reparo
fusionadas deslizándose para siempre hacia abajo.
No seas yo.
Ellos fueron las dos gotas que colmaron,
exiliadas por el resto que quedaron en el vaso.
Despreciadas, derramadas, desterradas sin reparo
fusionadas deslizándose para siempre hacia abajo.