Los meses pasan
como un niño que pasa
las páginas
de un almanaque de pasada,
apresuradas, afiladas,
con mis penúltimos instantes
en un constante jaque de la nada.
No seas yo.
Los meses pasan
como un niño que pasa
las páginas
de un almanaque de pasada,
apresuradas, afiladas,
con mis penúltimos instantes
en un constante jaque de la nada.