Ya no es el dolor,
es el deseo de dolor.
Ahora no hay lutos
sólo almas necrófilas
en autoasfixia erótica,
ahorcados por astutos.
No seas yo.
Ya no es el dolor,
es el deseo de dolor.
Ahora no hay lutos
sólo almas necrófilas
en autoasfixia erótica,
ahorcados por astutos.